La verdad de mis labios.
Hoy has caído en los brazos de lo eterno.
Quiero darte el último beso y sentir el frío mármol de los tuyos.
Envolverte a modo manto de nieve en la estación de invierno.
Acariciarte tal mellizo de brisa en el vello del prado.
Mis lagrimas serán rocío cristalino que realce destello.
El labrado de la luz que para en ti será ya una mustia flor.
Para mí será el recuerdo inolvidable de lo invisible.
A. Saceda.
Me parece precioso lo que has escrito y hacía tiempo no te leía.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María.
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