miércoles, 29 de febrero de 2012

Recolectado de mí huerto , donde siembro palabras

Simiente
. Si mi mente pudiera donarla a un recién nacido
Para que con ella, supiera utilizarla como debería haber sido
Cuanto tiempo dilapidado en vanidades y festejos;
 en lo único que me ha servido para luchar consigo mismo.
Si con ella hiciera el traje ,la cal , que haber vestido
La donaría con gusto, sé, que ella no es mía,
Sus brazos buscan amparo en la luz de las mañanas
En los ambientes fluviales ,
en los horizontes verticales
 La imaginación arroparía el miedo de las noches
 Cuando los gritos se vuelven zumbidos
Y los árboles gozan aullando el nido del pájaro.
 Al amparo de los sueños .
 El carcelero con llave, abriera las puertas, dejar entrar el sudor del aire.
 El pañuelo separaría la insignificancia en la orilla del vicio
 El barco se alejaría, llevándose la escarcha furtiva
Mis hermanos suplicarían con lágrimas de fuego mi regreso
Un azul inverno que penetra en los huesos de los pétalos de la rosa.
 Un negro mestizaje entre la nieve y la noche.
El sol pretendiendo omitir con su color azafranado.
 Una pinza a la espera en la hebra de la vida
Un enjambre de colores esparcidos por el suelo
 Una fámula selecciona amparada en el silencio de los hombres..
 Líneas de labios atrapados en ventanales
 Siluetas allí a los lejos , en forma de manzana
Trazos de girasoles suspendidos entre sus corolas el lechoso cielo,
 en su centro un ojo de color costilla viendo pasar estaciones,
viajeros incansable repiten el mismo trecho.
 A. Sacd@
                                           Fotografía realizada desde una ventana del Monasterio del Escorial.

1 comentario: